A escasos metros de la Catedral, se
encuentra el Castillo, el cual también forma parte de las innumerables obras
arquitectónicas de estilo románico que posee Zamora. En 1931, este castillo
recibió la máxima protección dentro del Patrimonio Histórico Español.
No se sabe a ciencia cierta quién
mandó su construcción, según algunas crónicas se cree que fue Alfonso II de
Asturias, aunque es mas probable que fuera Fernando I de León.
El Castillo se encuentra ubicado en
una roca, de piedra arenisca, la cual le proporcionó gran parte del material
necesario para su construcción y se encuentra configurado de la siguiente
manera: una planta en forma de rombo, con tres torres, dos de ellas
pentagonales y la otra heptagonal, dentro de dicho recinto se encuentra, las
estancias y el patio interior, todo ello construido con muros de más dos metros
de espesor, como todo castillo, se encuentra rodeado del foso. Para acceder al
interior existe un puente levadizo que va a dar a una puerta con un arco
apuntado.
Alrededor del Castillo están los
jardines, donde se encuentran algunos miradores, desde los cuales se pueden ver
lugares tan emblemáticos en la historia como el Campo de la Verdad, que fue el escenario
de la muerte del Rey Sancho II por Vellido Dolfos.
Esta edificación, que data del
siglo XI, época en la que Zamora fue un punto clave para los reinos cristianos
de la reconquista, por ello este castillo nunca tuvo la función de palacio, como
la mayoría, si no que su principal función era la de fortaleza, con el fin de
proteger la ciudad de Zamora. A lo largo de la historia, ha sufrido diferentes
modificaciones, una de las más importantes fue la transformación que sufrió fue
en el siglo XVIII, bajo el reinado de Felipe V, en la cual se transformó en un
fortín artillero, con el objetivo de adaptarlo a las nuevas técnicas de guerra.
A partir del siglo XIX, ha tenido diferentes usos, como la de cárcel o la de escuela.
En 2009, de nuevo abrió sus puertas al público, tras permanecer cerrado durante
cuatro años, debido una larga reforma que le permitió recuperar su aspecto
original.
Actualmente, el Castillo se puede
visitar y recorrer las diferentes estancias, donde poder admirar las magníficas
vistas que ofrece, tanto de los jardines como de la Catedral, sin olvidar la Torre
del Homenaje, actual mirador, desde done se puede apreciar una vista
espectacular de toda la ciudad de Zamora. Tanto en su interior, como en los jardines, sirven
de espacio expositivo donde se encuentran parte de la obra del escultor
zamorano Baltasar Lobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario